No eres de aquí, ni de ahora. Y, sin embargo, ¿cómo podrías saberlo? Si eres tan metamorfa. Estabas aburrida y por eso te construíste. ¿Valió la pena? Claro que no, si al final ya perdiste el rumbo, el horizonte. Quieres ser ubicua, y sólo terminas siendo una loca perenne.
Pero, ¿es eso importante? ¿es relevante, es satisfactorio? Quisiste ser omnipresente y omnipotente en ti misma y te creaste. Creaste tu interior y luego tu exterior, pero te aburriste.
Y, al octavo día, creaste un nuevo universo. Hasta que te aburras una vez más y volverás a empezar.
¿Algún día pararás?
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