lunes, 30 de julio de 2012

Today I woke up with no intentions to exist

Lately, I do this a lot...

Oh, mi pequeño blog. Hace mucho que lo tenía botado y me da una tristeza infinita de sólo pensar que lo toco cuando estoy necesitada. Es una lástima. Mancho sus páginas, sus entradas, con la ausencia de mis emociones y con mis problemas. ¿Acaso no puedo contar cosas interesantes, entretenidas?


Hablando de cosas interesantes y entretenidas, hace un tiempo compré una pequeña llave de oro y la envié fuera de Chile. Me pregunto si a quién le llegó la tendrá presente en su memoria pues hoy mi madre me comentó que me llamaron esta mañana mientras yo dormía para avisar que había llegado la cerradura combinada a esa llave, pero en aros, no en un broche o un dije como esperaba. Oh, la ironía. Me río con tristeza mientras lo escribo pues, sea en el motivo que sea, ya no la necesito. O puede que no la necesite, realmente no lo sé porque ni yo misma lo entiendo. Supongo que... igual los compraré cuando lleguen de la manera que espero. 

En fin, no creo que pueda ordenar mis pensamientos en este instante así que no me esforzaré mucho en ello. ¿No creen que es lindo cuando uno tiene un revoltijo mental? Cuando escribes, todo sale vomitado o simplemente no sacas nada de verdad de tu cabeza como pretendes. Eso es lo que me ocurre a mí ahora.

Y ahora, un pequeño algo (quería hacer un haiku pero no me resulta) para que se regocijen en mi... en mi... en el arte frustrado que sale cuando yo también lo estoy. 

Las lágrimas y la sangre que provocaban las rosas se mezclaban
en sus pequeños puños.  
Todo estaba siendo apartado.

Agarraba puñados de tierra
que se quedaban en la tierra.

Dijo un nombre... que ya nunca le iba a ser contestado.

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