Anoche me quedé tirada en el suelo, una vez más, mirando el techo. Usualmente no veo nada especial, ni siquiera arañas pero acostumbro a tirarme ahí, es como una analogía de lo que pasará cuando ya no respire: estaré tirada en un lugar vacío, helado. Es hasta cierto punto reconfortante el cómo uno sabe cómo terminarán las cosas. ¿Es como spoilearse la vida? Suena hasta gracioso.

Luego, la mitad de una pastilla. Un largo y profundo, muy profundo sueño. Pero es un sueño sin colores, sin descanso, sin imágenes. La nada misma. Es sólo cerrar los ojos y descansar (porque no descanso). Lamentablemente, de nuevo estoy despierta.
Ahora, la niebla es demasiado espesa, demasiado fría. Cargada de la falta de emociones que caracterizan solo a unos pocos, a esa gente especial que ya no quiere nada con la vida, que son simplemente misántropos. Es mejor que no vuelvan a llamar mi nombre, ya no existo: me he unido, sin darme cuenta, a esas personas que menciono. Total, si no hay sueños, no hay identidad.
Y ahora... recuerdo lo que me dijo un profesor de Lenguaje y Comunicación: En una tragedia, necesariamente hay muerte.
¿Por que cada vez mas somos las personas que estamos con esa sensación? (o parecido, quizás)
ResponderEliminarTe quiero caleta Nobu, no sé en realidad que decirte pero no lo olvides :3