lunes, 5 de septiembre de 2011

La soledad de un vagabundo

Ayer vi a un vagabundo en la calle, algo que, lógicamente, no causa sorpresa considerando que vivo en Santiago. Pero ayer fue distinto.

Ayer iba por la feria, como de costumbre, cuando lo divisé. Estaba cobijado por la sombra de un árbol. Pasé a su lado y me miró directamente a los ojos, yo sólo me puse nerviosa y le sonreí. Lo que obtuve a cambio fue una sonrisa melancólica y con la mitad de dientes. 

Por alguna extraña razón, aquello me enterneció. Ahora lo pienso y me arrepiento de no haberle comprado nada o haberlo saludado...

Siempre me ha dado la impresión de que los vagabundos encarnan todo lo que las personas no quieren para sí mismos: son gente que ha perdido su hogar, su trabajo, su familia, su dignidad. Quienes pasan a su lado hacen como si no existieran. Cuando los vagabundos piden limosna, la gente hace oídos sordos y hay una gran cantidad que les dice "trabaja, conchetumadre", lo cuál es triste.

¿Qué pasaría si, de un día para otro, nos volviesemos vagabundos? ¿Qué pasaría si somos nosotros los que estamos abajo y la gente nos dice eso? Sinceramente, se me revuelve el estómago de pensar que alguien me puede tratar tan mal como se les trata a ellos.

Lo de ayer fue sólo una muestra de la soledad que un vagabundo debe vivir. Nadie les debe sonreír. Y, aunque yo sólo haya sonreído por nerviosismo, luego me dio gusto haberlo hecho. Hice sentir persona a alguien a quién ignoran todos los días. Hice sentir persona a alguien a quién le hacen sentir que no tiene lugar en el planeta.

1 comentario:

  1. Me hizo recordar cuando trabajaba en el verano en un almacén de barrio, hasta allá llegaba siempre un señor vagabundo y nunca pude decirle No a algo que me pedía.
    Aún así, entre el pan y la cecina que el pedía lo mas importante era a alguien con quien hablar. Y un día fui y le pregunte porque vive en la plaza?
    Entonces me dice que el trabajaba en codelco como Geógrafo (incluso se graduó de la U de Chile) entre otras cosas ademas de algunas labores de logística, un suelto para nada malo y ademas poseía parcelas.. entonces, que mierda hace viviendo en una plaza?
    La droga me dice, la droga me quito todo y este es mi castigo.
    En verdad es increíble como de un momento a otro podemos perderlo todo por acciones mínimas (o que nosotros vemos así)
    En fin~ gracias Nobu.

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