lunes, 28 de noviembre de 2011

Mis ambiciones son vulgares (sueño perturbador)

Hoy tuve un sueño extraño. No fue del todo agradable, pero fue quizás revelador. Al recordarlo, el mismo me hace sentir incómoda... 

Me miraba en un espejo y me reía de mí misma en forma cuasi-diabólica: de mí, de mis esperanzas, de mis sueños, de que no lograré ser nadie. De que, en el fondo, me transformaré en todo lo que no quiero ser y no en lo que anhelo ser. El espejo me decía A diferencia tuya, mis ambiciones no son sino el contrapeso de tu inercia. Fue lo primero que me vino a la mente apenas me desperté. ¿Estoy inerte? ¿Siempre fui inerte? ¿Y mis ambiciones dónde están? ¿Y por qué siento que todo se hizo trizas?

Y alguien nos miraba. Yo estaba segura que alguien nos miraba, me sentía observada. Sentía que alguien se reía a mi espalda, no era el espejo esta vez. Y caigo, y estoy enferma. No puedo avanzar porque estoy atada a mí misma, a la risa de hombre que escucho detrás, a la risa que tanto me duele porque sé que se ríe de que soy inservible, de que soy una muñeca rota. Yo sólo quería hacerlos feliz: a la yo en el espejo, a quién se ríe. 

No puedo romper lo que me ató. Como no me quiero mover, me lleno de veneno. Vomito las palabras, me como las palabras. Las devuelvo amargamente, con remordimiento. Vomito una y otra vez palabras. Veo que vomito odio, amargura, poca autoestima. Perfecto, una recapitulación. Y soledad. Quedo en la oscuridad.

Y despierto. Y me digo a mi misma que hoy me cortaré el pelo, porque eso me purifica. O, al menos, quiero pretender que eso me limpiará y me hará sentir mejor, pero no sé si lo logra... 

Listening to: EGO-WRAPPIN' Byrd.

1 comentario:

  1. Igual heavy... He tenido sueños que de verdad perturban tras despertarte... y otros que "me acosan"...

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