lunes, 28 de mayo de 2012

El café me despierta y el té me abraza

Que anoche he tenido una pesadilla y luego estuve con miedo por largo rato. El estar intranquila me corroía y sólo podía dar vueltas en la cama intentando convencerme de que no fue real, que nadie me intentó ahorcar ni matar, y que si el aire me faltaba al despertar (sobresaltada) fue sólo porque dejé de respirar y listo. Y las lágrimas eran porque... no sé... porque me entró algo a los ojos mientras dormía o alguna excusa tonta, que soy muy buena inventándolas porque yo soy tonta y qué.

Así que, esta mañana me tomé un par de cafés (pero no cualquiera, sino Moka-Capuchino Chocolate. ¿Es eso relevante? No, pero de que son deliciosos, lo son), que para la prueba de hoy, de Lingüística aplicada a la Traducción, debía ir lista. Luego me reí de mi tontería: un café no me iba a despertar adecuadamente, ni me iba a hacer sentir más segura, ni me iba a dar conocimientos ni nada.

Luego, en la prueba, el vómito mental. Boté todo lo que tenía en dos o tres hojas para, momentos después, sólo quedar con la noción de quién soy y cómo llegar a mi casa. ¿Dos más dos son azul? ¿No? Qué más da, al menos sé que tengo que doblar en esta esquina para llegar a mi casa.

Y llego. Y miro a mi alrededor y ya me canso. Todos los putos días lo mismo. Y yo que odio la rutina, pff. Y weá. Igual la vivo, como todos. Y luego intento que me haga caso. Y luego es un no por respuesta. Y luego digo Ok, a la mierda con todos y hago un fliptable en mi cabeza.

Y me tomo un té. Un té de arándano. Pero en vez de despertarme, me hace sentir abrazada por él. Me adormece, me mece en sus lindos remolinos de color, en su aroma, que me hace estremecer hasta la médula. Y yo que debería estar estudiando Cultura Japonesa ahora mismo, porque el té no me dirá quién fue Oda Nobunaga ni tampoco me hará relacionar a Sakamoto Ryôma con el Manuel Rodríguez de acá. Igual, ¿eso qué importa? En un par de años más, nadie me hará preguntas sobre la historia de Japón. 

¿Y si me acurruco en mí misma? ¿Podré mecerme solita y dormirme sin que me importe que mañana tengo dos pruebas? Supongo que a veces es mejor estar sola. Sola en mi soledad. Orgullosamente sola. Sola, pero mía, al fin y al cabo. Me pertenezco. Yo soy completamente para mí misma y, a veces, no necesito nada más que mi mundo. Soy mi propio demiurgo. 

... Lo cuál no quita que quisiera compartir mi mundo con alguien. ¿Lo habré encontrado? Y eso qué más da. Aún si lo encontrase. ¿lo apreciaría?

Ya, mejor que pensar eso es saber que 明治時代 significa Meiji Jidai y significa "Era del Culto a las Reglas". Yo creo que con eso estaré salvada para mañana. Veamos si me salva por el resto de la vida y la poca paz mental que me queda.

Listening to: 東京事変 – ブラックアウト (Tôkyô Jihen - Blackout).

1 comentario:

  1. Una muestra de tu cultura e inteligencia. Yo no seria capaz de escribir ni una linea asi xD. Sigue diciendo que desaprobechas tu talento en este sistema de blog de poca monta, deberias tener tu unico y personal blog. Y soy un cansino y acabare obligandote a ahacerlo xD

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