viernes, 28 de diciembre de 2012

About not forgetting

Ya casi es fin de año y está llegando la hora de hacer recuentos y todas esas cosas que la gente suele hacer. Pero, antes de someterme al recuento personal, necesito escribir sobre cosas específicas que he estado pensando estos tres últimos días.

Comenzaré diciendo algo que muy pocos saben/sabían: desde que tengo a Pusheen (mi notebook) llevo una especie de diario de vida en el computador. Pusheen fue regalada hace dos navidades atrás. Ya está bastante obsoleta por lo demás; no puedo jugar LoLcito como corresponde, por ejemplo (pero eso es una historia aparte). Volviendo al tema, el tiempo que llevo con Pusheen ha sido para escribir mucho: ¡son dos años de anotaciones! Es bastante, sobre todo porque he separado mis escritos por año y cada uno tiene más de 200 páginas.

Pero, el miércoles decidí algo...

Le mencioné a Manolo algo que había dado vueltas en mi cabeza, sobre mi primer semestre amoroso de este año, haciendo alusión a una persona específica (que apodaremos... idk, como que no me quiero mojar las manos, realmente). Mencioné pensamientos random, como la manera en que alguien te puede borrar así como así de su vida. Él mencionó que ese tipo de gente le molestaba, porque uno no olvida las cosas así como así, especialmente si fue alguien importante para ti.

Y, lo primero que se me vino a la mente fue el diario. El diario lo empecé como una manera de no olvidar (pues, quién me conozca, sabe lo despistada y olvidadiza que soy), ni los hechos ni lo que sentí al respecto de las situaciones. También lo hice como una forma de desahogarme de las cosas. Muy pocas veces el diario era lineal, algo así como "hoy me desperté, comí X, fui a la universidad, volví, dormí", sino que se basa en percepciones personales. Sí, hablo de los hechos pero también hablo de mí misma, mis emociones y mis pensamientos. Habían ocasiones donde escribía más de tres veces en un día.

Así que me puse a leer entradas azarosas, nada muy importante. Pero me dí cuenta de algo que no había pensado: Uno no olvida a la gente de la nada, ni tampoco los hechos. Si las cosas son importantes, entonces no hay forma de olvidarlas. Si las personas son importantes para uno, siempre van a estar presentes. 

Quizás nadie más vaya a recordar ciertos hechos, sólo yo. Pero mientras para mí sean importantes y yo los tenga presentes, no tendrá nada de malo. Si olvido algo es que, quizás, no era algo tan genial como yo creía o no me marcó tanto como pensé.

Leí unas cuantas entradas, saqué unas importantes para dárselas a cierta persona y escribí la última, despidiéndome de mí misma, anotando esto mismo. Creo que el darme cuenta es un paso importante para el próximo año: ¿para qué quiero escribir las cosas? ¿para no olvidar? ¿para qué quiero escribirlas si puedo vivirlas?

El objetivo del próximo año también será anotar todo, pero como imágenes en mi cabeza y vivir todo al máximo siempre que se pueda. El diario no me extrañará aunque, para mí, despertar hoy y saber que no tengo que escribir más es una sensación extraña.

Bueno, quizás ya encontraré algo más en qué entretenerme...

Listening to: Dido – Hunter. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario